La supuesta “mano dura” de Bukele.
La afirmación de la oposición, representada por personas como María Fernanda Cabal y Jota Pe Hernández, de que el presidente Bukele no negocia con criminales y el los encierra en la cárcel es discutible, puesto que existen evidencias que apuntan en sentido contrario.
Incluso la oposición han expresado que el presidente Petro debería seguir el ejemplo de Bukele y adoptar su “mano dura”, pero la verdad es que Bukele es simplemente un dictador que está manipulando la constitución para buscar su reelección o cuando creo una nueva asamblea que le permita destituir a jueces y fiscales que se oponen a sus intereses.
O ya olvidaron cuando Bukele ordenó la entrada de militares armados al congreso dando un ultimátum a los legisladores para aprobar un polémico crédito para seguridad.
Estos hechos desafían la narrativa que se ha construido en torno a la postura del gobierno de Bukele frente al crimen y la seguridad.
Solo un mes y cuatro días después de haber tomado posesión como presidente, Bukele negocio con pandilleros en las cárceles de máxima seguridad con el objetivo de mantener la histórica disminución de asesinatos en El Salvador.
Para lograr estas negociaciones, su mano derecha fue Osiris Luna, quien en ese momento era el Director de Centros Penales y actualmente ocupa el cargo de Viceministro de Justicia y Director General de Centros Penales AdHonorem.
Todas están negociaciones fueron documentadas por la Fiscalía General de la República a través de audios, fotografías, documentos y testimonios. Los fiscales encargados de la investigación bautizaron el caso como Catedral.
Hasta abril de 2021, la Fiscalía, dirigida por Raúl Melara, llevaba un proceso de investigación criminal contra varios funcionarios del Gobierno de Bukele. Durante meses, los fiscales intervinieron teléfonos, hicieron seguimientos físicos, se incautaron de documentos, tomaron fotografías y entrevistaron testigos.
La primera imagen registrada por la cámara de seguridad de la prisión data del 5 de julio de 2019, y muestra a Osiris Luna ingresando junto a un grupo de individuos encapuchados en Zacatecoluca. De acuerdo con la Fiscalía, entre ellos se encontraban Carlos Marroquín, el Director de Reconstrucción del Tejido Social, una persona conocida por su estrecha relación con las pandillas, así como el diputado suplente Víctor Manuel Martínez Santana.
La cámara de seguridad capturó otra imagen reveladora el 11 de enero de 2020 en la cárcel de máxima seguridad de Izalco Fase III. En la foto, se puede ver al director de Centros Penales, Osiris Luna, caminando junto a una persona encapuchada. Esta imagen forma parte de una serie de fotografías obtenidas por la fiscalía que documentan las negociaciones del gobierno con las tres principales pandillas del país.
La situación en cuestión no se detiene aquí, ya que la Fiscalía llevó a cabo un allanamiento en varias cárceles y en las oficinas centrales de la Dirección General de Centros Penales (DGCP) el 7 de septiembre de 2020.
Durante las investigaciones resultantes, los fiscales descubrieron que la operación para negociar con las pandillas era mucho más grande y complicada de lo que se pensaba inicialmente.
No solo se trataba de la MS-13, sino que también involucraba a las dos facciones del Barrio 18, cuyos líderes encarcelados también habían recibido visitas de funcionarios públicos.
La Fiscalía descubrió un mayor número de visitas irregulares a las cárceles de máxima seguridad, en las que Osiris Luna autorizaba a personas encapuchadas a ingresar a los penales para reunirse con líderes de las tres pandillas, saltándose todos los protocolos legales de ingreso, incluyendo los registros, e incluso dejándoles entrar sin siquiera identificarse.
La Fiscalía encontró evidencia de un aumento en las visitas irregulares a las cárceles de máxima seguridad. Se descubrió que Osiris Luna había dado autorización a individuos encapuchados para ingresar a los penales y reunirse con líderes de pandillas, saltándose los protocolos legales de ingreso, incluyendo los registros. Además, las personas eran permitidas entrar sin identificación alguna, lo cual representó un incumplimiento flagrante de las medidas de seguridad.
Los fiscales concluyeron que esos misteriosos encapuchados eran generalmente funcionarios de la actual Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, dirigida por Carlos Marroquín, y líderes pandilleros en libertad que entraban a recibir instrucciones y a transmitir información a sus líderes encarcelados.
Según los fiscales, estas personas entran a la sede de la Dirección para recibir instrucciones y transmitir información a sus líderes encarcelados, lo que sugiere una posible complicidad entre los funcionarios del gobierno y los grupos delictivos en la zona.
La Fiscalía ha obtenido información valiosa sobre la actividad criminal en los penales, no solo a través de escuchas telefónicas a pandilleros y visitantes encubiertos, sino también por medio de libros de novedades y fotografías de los eventos en cuestión.
Estas imágenes muestran al director de la prisión, Osiris Luna, liderando a un grupo de hombres encapuchados, con lentes oscuros y guantes.
La Fiscalía logró obtener el teléfono de uno de los integrantes de la MS-13 involucrados en la negociación, a partir del cual se extrajeron mensajes de audio que revelan cómo la pandilla planea ingresar a la cárcel disfrazados para negociar.
En uno de los audios, fechado el 6 de agosto de 2020, se escucha a un miembro de la pandilla conversando con otro sobre los preparativos para la entrada, y mencionando que los representantes del Gobierno están nerviosos: “A ellos les preocupa el más mínimo error que podamos cometer de parte de nosotros y también ellos tienen el cuidado de no cometer el más mínimo error para que esto no fracase y no salga a la luz pública que hay un entendimiento“.
El 31 de marzo de 2020, Osiris Luna, permitió el acceso de 5 personas encapuchadas al penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, quienes no se identificaron y se reunieron a puerta cerrada con 8 líderes de las 3 principales pandillas del país a puertas cerradas.
El director de la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social, Carlos Marroquín, ha sido visto en compañía de intermediarios encapuchados en varias ocasiones. Además, algunos custodios de prisiones lo han identificado como parte de los acompañantes de los intermediarios.
Osiris Luna, intento borrar cualquier evidencia de reuniones de funcionarios con pandilleros y de ingresos irregulares de personas encapuchadas en centros de detención, retiró 221 libros de novedades de la cárcel de máxima seguridad de Zacatecoluca y discos duros de computadoras con fechas en las que habían ingresado personas encapuchadas a Izalco Fase III. Su objetivo era eliminar cualquier prueba que pudiera incriminar a los funcionarios involucrados en estas actividades ilícitas.
Bukele también negocio con la pandilla Barrio 18
El 2 de abril de 2020 se llevaron a cabo reuniones en un centro penitenciario y una cámara de seguridad registró la presencia de líderes pandilleros del Barrio 18 y personas encapuchadas que se reunieron con el director del penal, Osiris Luna, en dos ocasiones diferentes.
Los fiscales encargados del caso lograron obtener una wila que fue elaborada por los líderes de la pandilla MS-13 en el penal de Zacatecoluca.
Si no estás familiarizado con el término “wila”, se refiere a un mensaje escrito a mano en papel de cuaderno que es intercambiado entre un miembro de pandilla encarcelado y una persona que se encuentra en libertad.
Estos mensajes suelen contener peticiones relacionadas con el sistema carcelario, como solicitudes de visitas o de asistencia médica. En este caso específico, la wila está rotulada con la frase “No son para nosotros, son peticiones para el sistema”.
En la Wila se puede ver 19 exigencias de la Mara Salvatrucha (MS-13).
De los 19 puntos, 14 se refieren a la vida al interior de las cárceles y el resto son peticiones para mejorar la vida de los pandilleros en libertad y sus familias.
¿Por qué con estas pruebas en manos de la Fiscalía no siguió la investigación y a día de hoy no salió nada de esta investigación?
La respuesta es sencilla debido a que el 1 de mayo de 2021, la nueva Asamblea Legislativa, la cual está bajo el control del partido oficialista Nuevas Ideas (Partido de Bukele), llevó a cabo una acción ilegal al remover a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general Melara.
Los parlamentarios votaron a favor de la destitución de los jueces titulares y suplentes de una instancia judicial, con una mayoría de 64 votos a favor, 19 en contra y un ausente. Esta decisión fue tomada debido a que los jueces habían emitido veredictos que iban en contra de las políticas implementadas por el presidente Nayib Bukele.
A partir de aquel día, la investigación conocida como Catedral quedó bajo el control de Rodolfo Delgado, el fiscal designado por el gobierno bukelista. Con el transcurso de las semanas, Delgado procedió a desmantelar la unidad encargada de los descubrimientos, lo que llevó a un estancamiento en el progreso de la investigación.
LA TRAICIÓN DE BUKELE HACIA LOS PANDILLEROS
La Mara Salvatrucha-13 (MS-13) admitió que los días 25 y 27 de marzo haber asesinado a 87 personas, colocando en la jornada más violenta de este siglo en El Salvador.
Voceros de la MS-13 revelaron que los asesinatos fueron su respuesta a lo que consideraron una “traición” del Gobierno del presidente Nayib Bukele al pacto que mantenían desde hace al menos dos años y medio.
“(Se rompió el acuerdo) porque ellos (el Gobierno) hicieron cosas que no tenían que hacer, desde ahí es por lo que se levantaron esos 80 muertos que pasaron en esas fechas, ¿me explico? Incumplieron, hicieron capturas que no tenían que hacer, donde ellos dijeron ‘lleguen a tal lugar, vamos a dialogar’ y en lugar de dialogar, capturaron“, explicó un líder de la MS-13 que se encuentra fuera de El Salvador.
En audios se puede escuchar a Carlos Marroquín, quien es el director de Reconstrucción del Tejido Social y uno de los negociadores con las pandillas en representación del Ejecutivo, confesar a sus contrapartes en la MS-13 sobre sus esfuerzos personales por mantener vigente el acuerdo durante el repunte de homicidios.
El esfuerzo de Carlos Marroquín resultó en vano, ya que le dijo a su contraparte que “ahorita el proceso se ha terminado”, pero también le informó que adentro estaban torturando gente.
AUDIO (CARLOS MARROQUÍN)
En las grabaciones obtenidas, Carlos Marroquín responsabiliza al Ministro de Seguridad y Justicia, Gustavo Villatoro, por lo sucedido y lo califica de “loco ministro“. Además, afirma estar transmitiendo mensajes de las pandillas al presidente Bukele. Marroquín declara haber informado al presidente Bukele que las pandillas le dieron un plazo de 72 horas para recibir una respuesta, pero el presidente no lo tomó bien y se molestó, reaccionando con la frase “a mí que no me anden amenazando“. No se sabe qué ha ocurrido desde entonces.
AUDIO (CARLOS MARROQUÍN)
Y por ultimo, Carlos Marroquín advierte a los pandilleros que los operativos no van a terminar y que “Van a comenzar a matar, brother, ahí va a ver, a diestra y siniestra, pues sí, brother, ni modo, o sea, yo qué le digo: no era esto por lo que habíamos luchado, pero, pues sí…”.
AUDIO (CARLOS MARROQUÍN)
Viendo este caso me hizo acordar en los momentos mas oscuros en Colombia cuando en la operación Orión un encapuchado señalaba a quien matar.
Finalmente, en la historia, tarde o temprano se descubre la verdad. Todos aquellos que vivieron durante el gobierno de Uribe saben que su popularidad alcanzaba niveles del 70% o 80%, pero con el tiempo se reveló la verdadera naturaleza de su mandato. El gobierno de Uribe se caracterizó por una gran cantidad de masacres, el robo de tierras y el desplazamiento forzado de comunidades enteras.
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