En la actualidad, resulta innegable que estamos siendo testigos de la peor etapa que ha atravesado la fiscalía en la historia de Colombia.
Durante un debate de control político sobre la seguridad de los líderes sociales, Augusto Rodríguez, director de la UNP, hizo una denuncia de extrema gravedad en relación con la corrupción presente dentro de la entidad.
Rodríguez afirmó enfáticamente que se habían descubierto pruebas contundentes que indicaban la presencia de personas involucradas en actividades sicariales.
Además, mencionó la existencia de grabaciones, audios y otros elementos de evidencia que habían sido entregados a las autoridades competentes.
Hace meses, Augusto Rodríguez fue víctima de un atentado, pero la respuesta de la fiscalía de Barbosa fue inútil, ya que sin llevar a cabo una investigación exhaustiva, apresuradamente concluyó que se trató de un intento de robo.
Debido a esta deficiente investigación llevada a cabo por la Fiscalía, Augusto Rodríguez no dudó en denunciar públicamente que no se había realizado una investigación adecuada, afirmando: “Solo muestran el momento [del ataque], pero hay cámaras que demuestran que me estuvieron esperando durante 40 minutos“. Rodríguez sostiene que la Fiscalía “se quedó corta” en su labor investigativa y que sus actuaciones están influenciadas por motivos políticos.
En respuesta a estas declaraciones, la Fiscalía emitió un comunicado en el que convoca al director de la UNP, Augusto Rodríguez Ballesteros, a rendir declaración, con el propósito de obtener información y pruebas en relación con lo que él denuncia como “politización de la Fiscalía“.
Asimismo, se le solicitará que proporcione datos sobre presuntos casos de utilización de camionetas pertenecientes a la UNP para actividades de sicariato, transporte de armas y tráfico de drogas ilícitas.
Al parecer, esta fiscalía no ha estado al tanto de las noticias más recientes, donde se revela que escoltas de la UNP están involucrados en el transporte de drogas.
Incluso en LA VERDAD, hemos publicado un artículo donde se informa sobre la captura de un miembro del Clan del Golfo durante una operación del Gaula, mientras estaba extorsionando a alguien.
Para sorpresa de todos, se descubrió que este delincuente contaba con la protección de un esquema de la UNP.
Sin lugar a dudas, se evidencia claramente la ineficacia de la Fiscalía Barbosa, la cual no lleva a cabo investigaciones y, en lugar de perseguir a los responsables de casos de corrupción, se dedica a hostigar a los denunciantes.
Los delincuentes se sienten cómodos y libres, ya que saben que la Fiscalía de Barbosa es tan incompetente que no representará una amenaza para ellos.
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