En el pasado, Vicky Dávila defendió apasionadamente a Álvaro Uribe Vélez en una columna, cuestionando cómo era posible que la justicia creyera en fuentes anónimas.
Se preguntaba cómo la Corte Suprema podía tomar en cuenta una “fuente anónima”.
Sin embargo, en la actualidad, Vicky Dávila utiliza fuentes anónimas como fuentes confiables, pero aquí hay algo importante que destacar: las fuentes anónimas que acusan al presidente Petro acudieron a la Revista Semana para revelarlo todo, mientras que las fuentes anónimas que acusaron a Uribe se presentaron ante la Corte Suprema.
Claramente, existe una gran diferencia, ya que una fuente acudió a una institución judicial y la otra a un pasquín como Semana.
En su artículo “El plan contra Uribe”, Vicky Dávila alaba a Uribe y trata de mejorar su imagen, criticando a quienes lo llaman “paraco” y afirmando que no es aceptable que cualquiera se sienta con el derecho de faltarle al respeto y difamarlo bajo la excusa de la libre expresión.
Sin embargo, Vicky Dávila se enfada cuando se le cuestiona su falta de imparcialidad.
Pero las pruebas son claras y aunque ella se moleste y proteste, todos sabemos que muestra una clara preferencia hacia Uribe.
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