La gestión de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, ha estado marcada por una constante tendencia a culpar a otros, especialmente al gobierno del presidente Petro, de los problemas que aquejan a la ciudad.
En lugar de asumir su responsabilidad, Claudia López parece preferir lanzar críticas infundadas, como la afirmación de que Colombia se ha convertido en una “potencia mundial del crimen, no de la vida”.
Claudia López, en su campaña para la alcaldía de Bogotá, prometía ser la “jefa de la Policía” y cuidar a la gente.
VIDEO (CLAUDIA LÓPEZ)
Sin embargo, estas palabras parecen vacías ahora que la realidad demuestra lo contrario.
Si evaluamos su mandato, podemos concluir que es una de las peores administraciones posibles.
Siete de los doce delitos de alto impacto han experimentado un alarmante aumento, transformando calles antes seguras en escenarios de temor y desconfianza.
Los ciudadanos bogotanos se encuentran encerrados por el miedo, mientras la alcaldía de Claudia López se resume en tres palabras: más secuestros, más hurtos y más homicidios.
Los datos muestran un aumento del 3% en homicidios en comparación con el año 2022, así como incrementos del 2,5% y 6% en hurto a residencias y automotores, respectivamente.
El hurto a personas presenta un preocupante aumento del 12%, mientras que los secuestros se disparan en un 44%.
La capital del país no escapa a la ola delictiva, siendo el escenario del 66% de los registros de robos a bicicletas en los primeros seis meses de 2023.
La estrategia de Claudia López de culpar a todos menos a ella misma evidencia una falta de liderazgo y la incapacidad de asumir responsabilidades.
Es fundamental que los ciudadanos observen de cerca cómo ha gobernado Bogotá, ya que, de lanzarse para la presidencia de Colombia, podría repetir este patrón de evasión de responsabilidades, afectando la capacidad de gobernar efectivamente.
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