La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha dado un paso significativo al aceptar por completo el sometimiento del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, abarcando de manera preferente y exhaustiva todas sus investigaciones tanto en su calidad de paramilitar como en su papel de “bisagra” entre los años 1989 y 2004.
Esta decisión sitúa en manos de la JEP la responsabilidad de determinar si procede la libertad de Mancuso, con el fin de que pueda desempeñar su rol como gestor de paz en el gobierno de Gustavo Petro.
Esto implica la posibilidad de entablar diálogos y acercamientos con grupos de origen paramilitar.
Anteriormente, la JEP había aceptado el sometimiento parcial de Mancuso, sin embargo, con esta nueva aceptación total, el tribunal se convierte en la instancia encargada de resolver el tema de la libertad del exjefe paramilitar.
El presidente Petro afirmó que esta es una buena decisión, ya que concentra todas las investigaciones bajo un mismo tribunal encargado de esclarecer la verdad.
Fragmentar los procesos investigativos judiciales en diversas unidades solo conduciría a la impunidad, por lo que esta unificación fortalece el camino hacia la justicia y la reconciliación en el marco del proceso de paz en Colombia.
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