María Fernando Cabal está llevando a cabo una estrategia para desacreditar los más de 6,402 casos de falsos positivos que ocurrieron durante el gobierno de Uribe.
Su enfoque se basa en artimañas que solo parecen ser convincentes para los seguidores del exmandatario.
En su intento, Cabal ha exigido a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que revele los nombres y números de cédula de las más de 6,402 víctimas de falsos positivos.
Durante una conferencia, mostró una hoja que aparentemente representaba la respuesta de la JEP, donde se le denegaba la información requerida.
Sin embargo, es importante destacar que Cabal no resaltó un aspecto crucial de la respuesta de la JEP.
La verdadera razón por la cual la JEP se niega a divulgar los nombres de las víctimas se basa en la legítima preocupación de salvaguardar la seguridad de sus familiares.
La revelación de estos nombres podría exponer a los familiares a amenazas o incluso a ataques por parte de aquellos que buscan mantener el silencio y detestan la verdad.
A pesar de los esfuerzos de Cabal por minimizar la gravedad de los hechos, la realidad persiste.
El gobierno de Uribe estuvo marcado por una dolorosa historia de falsos positivos, desplazamiento forzoso y masacres.
Esta mancha en la historia de Colombia nunca será borrada del legado de Uribe.
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