El Ejército Colombiano, junto con el de Brasil, hallaron y neutralizaron 16 dragas y cinco retroexcavadoras que realizaban explotación ilícita de yacimientos mineros, extrayendo cerca de seis kilogramos de oro mensuales.
Este oro era negociado en mercados ilegales, dejando ganancias de casi 20.000 millones de pesos anuales.
La operación, efectuada por la Brigada 26 del Ejército Nacional de Colombia, el Grupo de Guardacostas del Amazonas de la Armada y la Fuerza Aérea, en colaboración con la Brigada de Selva N.16 de Brasil, reveló un significativo daño ambiental.
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Una vez concluían las actividades con las retroexcavadoras, entraban en acción las dragas que, mediante el empleo de químicos como el cianuro y el mercurio, buscaban oro en la zona sin importar el daño al medio ambiente.
Este importante resultado operacional permite afectar de manera significativa las finanzas criminales y detener las graves heridas que se venían generando a la selva, a las fuentes hídricas, así como a la flora y fauna de esta zona protegida de ambos países, tan importante para la generación de oxígeno y biodiversidad.