Daniel Carvalho, en plena campaña para convertirse en congresista, optó por un disfraz de independiente y progresista que ahora parece haberse desvanecido por completo.
Aunque durante su postulación se presentó como defensor de los intereses populares, su verdadero talante se revela tras su elección como congresista.
Recientemente, Carvalho desplegó un extenso hilo en su cuenta de X/Twitter explicando las razones detrás de su voto negativo en la reforma a la salud.
Sin embargo, su argumentación carece de solidez y se desmorona al descubrirse un hecho revelador: durante la campaña electoral, Daniel Carvalho recibió financiamiento de la familia de Manuel Santiago Mejía, un accionista destacado de Sura.
Específicamente, se ha confirmado que Lina María Mejía Correa, hija de Manuel Santiago Mejía, fue la principal contribuyente de fondos para la campaña de Carvalho.
Este vínculo financiero pone al descubierto la verdadera lealtad de Daniel Carvalho, quien parece favorecer los intereses de los empresarios que buscan enriquecerse en lugar de priorizar la salud de los colombianos.
Es crucial recordar cuánto vale realmente Daniel Carvalho y conocer su precio, para que en las próximas elecciones no olvidemos que está alineado con aquellos que buscan beneficios económicos a expensas de la salud de la población colombiana.
Daniel Carvalho no está verdaderamente comprometido con los intereses de los colombianos, sino más bien con una agenda que favorece a los empresarios a costa del bienestar de la ciudadanía.
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