Este viernes 15 de septiembre se confirmó la muerte de Fernando Botero, unos de los más grandes artistas colombianos.
Sin embargo, en medio del duelo, surgieron críticas hacia ciertas figuras públicas, entre ellas Iván Duque.
Resulta sorprendente y, para muchos, hipócrita, que Duque expresara su pesar por la muerte de Botero y elogiara su legado artístico.
Esto, debido a un acontecimiento previo que no puede pasarse por alto.
Durante su mandato, Duque ordenó que la emblemática obra “La Paloma de la Paz”, una creación de Fernando Botero en respuesta al proceso de paz colombiano, fuera retirada de la Casa de Nariño y trasladada al Museo Nacional.
Este acto generó gran controversia y descontento en la sociedad colombiana.
Gracias al presidente Gustavo Petro “La Paloma de la Paz” regreso a su lugar en la Casa de Nariño, donde simboliza la búsqueda de la reconciliación y la paz en Colombia.
Este episodio resalta la contradicción entre las palabras de Duque y sus acciones pasadas, lo que ha llevado a que algunos lo tilden de sinvergüenza y cuestionen su genuina apreciación por el legado de Fernando Botero.
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