Francisco Javier Martínez Ardila, jefe del CTI en Buenaventura, se encuentra en medio de serias acusaciones relacionadas con su presunta colaboración con narcotraficantes.
Las acusaciones han ganado fuerza debido a la existencia de grabaciones de audio en las que se escucha a Francisco Javier Martínez conversando con individuos vinculados al narcotráfico.
Las denuncias provienen de dos agentes infiltrados, Pablo Bolaños y Fabio González, quienes trabajaban como miembros encubiertos del CTI dentro de organizaciones criminales.
Durante sus operaciones, descubrieron que Francisco Martínez desempeñaba un papel crucial en la logística de carga y transporte de drogas y armas en Buenaventura.
En lugar de hablar como va la investigación contra del jefe del CTI, Francisco Martínez, el fiscal Barbosa optó por desviar la atención al atacar al presidente Petro.
Esta estrategia parece diseñada para crear un espectáculo mediático y evitar que se hable sobre las graves acusaciones que pesan sobre Martínez.
En respuesta a estas graves denuncias, el presidente Petro planteó preguntas fundamentales que ponen de manifiesto la gravedad de la situación.
Interrogó por qué, si existían conversaciones amistosas entre el jefe del CTI de Buenaventura y un narcotraficante desde hace meses, aún permanece en su cargo.
Además, cuestionó la protección brindada a Martínez y la posible conexión de este con la exportación de cocaína utilizando su posición en la fiscalía.
Estas preguntas, directas, aún esperan respuestas claras.
La falta de acción seria por parte del fiscal Barbosa ha llevado a críticas hacia el sistema judicial, dejando a la población con la sensación de que se está evitando la verdad detrás de las acusaciones contra Francisco Javier Martínez Ardila.
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