Ayer conocimos a Carlos Andrés Guzmán, magistrado de la sala Penal del Tribunal de Bogotá.
Fue él quien se encargó de leer la crucial decisión de no precluir la investigación contra el Álvaro Uribe Vélez en el caso de presunta manipulación de testigos y fraude procesal.
Sin embargo, Vicky Dávila con la Revista Semana parece estar tejiendo una narrativa maquiavélica en torno al magistrado Carlos Guzmán.
Toda la controversia surge de manera infundada, ya que el magistrado Carlos Guzmán está plenamente capacitado para llevar el caso de Uribe, a pesar de que en el pasado trabajó en la administración del exfiscal general Eduardo Montealegre, quien fue declarado víctima en el proceso contra Uribe.
Incluso el Tribunal Superior de Bogotá ha dejado en claro que el magistrado Carlos Guzmán tiene la autoridad y la imparcialidad necesarias para asumir esta responsabilidad.
De hecho, Uribe mismo ha expresado su desacuerdo con la decisión del Tribunal, pero reconoce que los magistrados no están actuando por motivos políticos en su caso.
Cuando se critica a Vicky Dávila por su desempeño periodístico, ella reaccione siempre emocionalmente y se ponga a llorar.
La objetividad y la imparcialidad son fundamentales en el periodismo, y es importante que los periodistas aborden los temas con responsabilidad y ética, especialmente en casos de tanta relevancia como este.
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