El hipócrita más grande del universo, Julián Sastoque, ha alcanzado nuevas alturas de hipocresía al emprender una campaña de vallas publicitarias que compite con el uribismo en términos de cizaña.
Sorprendentemente, estas vallas tienen un precio que oscila entre los $10 y los $60 millones de pesos, lo cual plantea una interrogante legítima: ¿De dónde ha obtenido tanto dinero un concejal que apenas ha ocupado una vez ese cargo en Bogotá?
La valla promocional utilizada por Julián Sastoque no parece precisamente económica, lo que suscita más inquietudes sobre sus fuentes de financiamiento.
¿Será que proviene de las presuntas coimas que se alega los chinos habrían entregado a Claudia López en relación con el proyecto del metro de Bogotá?
Durante la pasada campaña presidencial, Julián Sastoque mostró un apoyo entusiasta hacia la candidatura de Gustavo Petro.
Sin embargo, en la actualidad, se hace evidente que el c partido verde no respaldó a Petro por razones ideológicas o de principios, sino más bien por intereses personales y este tipo de políticos se van subiendo al bus ganador sin despeinarse.
Y así es la realidad de la política, donde las lealtades pueden cambiar con facilidad en busca de ventajas personales.
Si usted es residente de Bogotá, le insto a que no respalde a políticos de este calibre.
El cambio comienza en cada uno de nosotros, y es imperativo que eliminemos de una vez por todas a este tipo de políticos de nuestro sistema político.
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