Se han agotado todos los adjetivos para describir la gestión de la Fiscalía de Barbosa.
Hasta el último aliento, dicha entidad parece empeñada en favorecer al uribismo, siendo el beneficiario esta vez Óscar Iván Zuluaga.
Ayer 18 de diciembre, se esperaba que la Fiscalía imputara cargos contra Zuluaga por los delitos de falsedad en documento privado, fraude procesal y enriquecimiento ilícito de particulares.
Sin embargo, la audiencia no pudo llevarse a cabo, ya que el fiscal Andrés Palencia Fajardo no se presentó, argumentando una supuesta enfermedad.
Como resultado, la audiencia de acusación se pospuso hasta las nueve de la mañana del 5 de febrero de 2024.
Si Zuluaga hubiera sido acusado en la fecha programada, existían posibilidades reales de que el juez dictara medida de aseguramiento, lo que habría implicado que pasara las festividades de Navidad y Año Nuevo tras las rejas.
Ante esta perspectiva, la Fiscalía de Barbosa optó por artimañas procesales y decidió no presentar cargos contra Zuluaga.
Y por último, el fiscal Andrés Palencia Fajardo unos meses atrás fue designado como el nuevo fiscal encargado del caso de Uribe, sumando una capa adicional de incertidumbre a un proceso ya de por sí complejo.
Por suerte, para alivio de muchos, la vigencia de esta fiscalía cuestionada llega a su fin, con tan solo dos meses restantes en su mandato.
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