Han transcurrido ya 301 días desde que Vicky Dávila, a través de la Revista Semana, aseguró que “La plata era de Petro, eran cinco maletas y $3.000 millones de pesos”.
Después de su afirmación, se le solicitó que proporcionara pruebas que respaldaran estas acusaciones, pero Vicky optó por desaparecer durante un par de días.
Cuando finalmente regresó, lo hizo sin presentar ni una sola prueba, como si nunca hubiera pronunciado una acusación tan grave, y ya pasaron 301 días y nada que muestra las pruebas.
En lugar de pruebas, lo único que trajo consigo fue más retórica venenosa.
En dos meses cumplirá un año esta nefasta noticia de Vicky Dávila y no muestra las pruebas.
Es crucial recordar que las acusaciones sin sustento pueden tener consecuencias devastadoras para la reputación y la credibilidad de quienes las hacen y para aquellos que son objeto de ellas.